RAZONES DE LA DAMA INFIEL
¿Por qué he de acostarme debajo de ti?
Yo también fui hecha de polvo y por lo tanto soy tu igual
Lilith
I
Cuántas razones para llamarme infiel
pronuncio tu nombre y es otro
otra voz , sabor, perfume
otro rostro y no lo niego.
Tu lengua sabe a sal que no consumo
tus manos y la arena de tus ojos
se deslizan entre las ingles
como la ausencia
sutil, imperceptible y seca.
Este mar des-bocado
viaja por lugares indómitos
quiere mojarte, alcanzar la ola final
al principio del desierto
pero es un espejismo tu escondite
no toco tu fuente callada
ni reflejas mi mar en tu copa.
¿Quién se enjuaga las manos con mis lágrimas
por saber que te tengo sin tenerte?
II
Cuántas razones existen atrás de los espejos
luego del cristalazo de mercurio
y los pedazos de los cuerpos:
astillas y miradas perdidas en tanto parpadeo.
III
Cuántas razones atraviesan la médula
sin olvidar las hojas que están por escribirse
bajo la luz de esa lámpara como si estuviera perdida
buscando tus pasos que se alejan.
IV
Cuántas razones sobre la pátina del tiempo
deslices de la ceniza y el polvo
que fueron parte del delirio
franca sinrazón aún con todo lo hallado.
V
¿Cómo saciar nuestras arcas de luz
sin sabotearnos con la insaciable incongruencia
del deseo
o hacernos esclavos
amantes cautivos
de este nido vacío?
No somos aquel oasis que mitigó la sed en el desierto.
Por la noche espantamos fantasmas
que tienden sus sábanas sedientos de duelo.
¿Qué alas poner a las sienes
sin la soga apretando el cuello?