
Elizabeth Cazessús, el Domingo, 03 de abril de 2011 a las 10:00
Embriagada por la vida
ando como sonámbula por la casa,
tomando café y dialogando con mis fantasmas...
En cada paso que doy los objetos,
los retratos
la secuela de la historia familiar
los desos y la pasión
del amanecer
irrumpen en voces
que el silencio acrisola,
se registran canciones
que nunca volví a escuchar
o que olvidé por otras
y otros
aparecen en la historia
en el espacio revolvente
mientras tú en tu casa
construyes de nuevo el día
la vida
el deseo
la patria
otra vez el sueño
y afuera en el cerro colorado
una estela de humo se eleva
la quemazón de una casa
rompe con la armonia
o le da a este tiempo de cenizas
la benevolencia para ser al fin lo que somos:
una estela de paso
una piedra del desierto
la voz de la noche
que sembró este poema.
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