Presentación del Libro NO ESMENTIRA ESTE PARAISO en la ciudad de La Paz B.C.S 10 de junio del 2010.
En la foto: Elizabeth Cazessús y Leticia Garriga, en la FIL. 2008
Escribo para hacer más vívida mi percepción de la vida, para enamorar, encantar y consolar a los otros; para gustar la vida dos veces, para hacerlo todo eterno… Anaís Nin.
Los sentidos son el vínculo mediante la imaginación, que nos permiten durante el acto de la lectura obtener de la obra algo más allá de lo que está escrito.
En mi experiencia en la lectura del poemario No es mentira este paraíso de la poeta tijuanense Elizabeth Cazessús, tuve un encuentro con un canto a la vida intemporal; inquietantes las palabras precisas que construyen la poesía, un develar el oficio de creación y una constante sensación de expectación a cada vuelta de página. Descubrí en la urdimbre de la obra, la originalidad, la que huye de los lugares comunes revelándose en un ritmo ágil alrededor de un eje esencial, la palabra vuelta imagen. El poemario a través del manejo del lenguaje escrito, cuerpo vivo en movimiento, tiene seis apartados. De tres de ellos haré mis comentarios.
Desde la Niebla
No podríamos concebir Los poemas de Neruda sin ese océano frente a su ventana en el puerto de Isla Negra en Chile, ni la poesía de Lorca sin ese “ruedo” de la España franquista. Así, dos de los extremos de las relaciones humanas, el amor y la política (modo de detentar el poder de decidir), comparten ese espacio-ciudad llamado Tijuana, entorno del poemario en que se confronta la violencia y la deshonra concebidas por la ambición.
En mi deambular dentro del texto, pude develar el motivo que envuelve conmovedoramente el devenir de la vida desde mi recreación de la polisemia y la polifonía de la palabra escrita en un encuentro frontal con la obra. Las imágenes evocadoras de la catástrofe y el abuso, crean el puente sensible a través del manejo de los recursos del lenguaje y consigue su denuncia.
Desde Niebla, la poeta escribe:
Finco en las piedras el mineral de mis huesos
Soy un cuerpo raptado por el sueño
El tiempo reposa entre los rincones
de una tierra sembrada por el escarnio
Y el impulso voraz de la avaricia.
La pasión entre la cópula de la vida y la muerte, no podía estar ausente, se vuelve un himno poético. Continúa en
Desde la niebla:
Esta ciudad inaprensible y rota
me ha vestido con sus lenguas muertas
Nazco, comadrona, como una niña
enamorada del olvido.
Confesión esperanzadora, eje del universo en decadencia que da paso al nacimiento de un nuevo inicio. El caos está presente en su espacio-ciudad al grado de enardecer su fuego creador y dictarle un manifiesto.
Afuera la ciudad aúlla con su lengua de fuego
Llueven cenizas del cielo
El ideal se hace conjuro
entre las esporas de la inercia
Es vano intento contener en el aire lo aprensible
En vuelo destila el odre
un universo sin paraíso…
La existencia de un universo sin paraíso es una lapidaria afirmación que da paso en este momento del poema, al sentimiento del exilio del edén, revelación del intento de permanencia contenido en un suspiro vano, que invoca la firmeza de un espacio para la reconciliación.
No podía faltar en el paraíso, el sentimiento amoroso que converge en su poemaEnediana. El triángulo perfecto, sexo, amor y erotismo, triada que da paso a la sensualidad vuelta poesía. La pareja resiste la nostalgia de ese edén que quiere ser una verdad. En su inspiración develo una búsqueda, la mía, la de nuevas significaciones, recrear un paralelo, el de mi propio espacio para la conciliación en mi propia lengua.
Así, mí yo se inclina ante la sensualidad que envuelve al amor cuando se expresa en ENEDIANA:
Juego con las yemas de mis dedos:
y el fuego de los peces en mi boca
Su escritura, acompasada por el atrevimiento de la pasión y el deseo, presente en mi viaje al universo revelado, reitero, en un ejercicio frontal entre yo lectora y la obra que se ha desprendido de su creadora… se ha vuelto mía, la encarno. Descubro la presencia de elementos primigenios en una propuesta, la de un paraíso que no cabe en la mentira, es una verdad.
A través de la sensualidad pone en palabras su definición del amor y la ofrece en una sutil analogía:
Así es el mar, así es el amor. Cóncavo, ahíto de sustancia y humedades.
En Enediana hay una propuesta poética cuerpo a cuerpo para reinventar un edén.
Vuelvo a la casa de la poesía para sobornar tu ausencia
Lúbrica me entrego al guardián
Habito en cada árbol
Soy la señora del agua y los vientos
Así se manifiesta como una Eva-poeta omnisciente en actitud de entrega, mujer, elemento primigenio, cáliz del océano y del aire. El mar, origen-manantial de vida, creador y recreador de motivos, abrazado de la evocación es el hábitat de arena, oleaje, espuma, islas, peces… que navega entre un litoral corpóreo que se viste y se descifra definiéndose con goce entre agua, tierra, aire y fuego, habitados al humanizar la naturaleza bautizándola, recreando sensaciones de ese sentimiento oceánico como diría Octavio Paz acerca del amor.
En Enediana escribe.
La ola genital galopa en el océano de la creación
Enciende la noche sin tiempo
Por ella soy todas las que soy
Y se define y nos define a todas cuando escribe:
La mujer es la cuna del tiempo y la luz
Pervive con el beso del esperma salino
sembrado en el mar estela de fuego
Beso de sal inscrito en toda historia de amantes
en cada sueño obstinado y lejos de las manos.
Mujer al fin que acuna el origen de su descendencia, recreadora del acto de la unión de las bocas, goce de Eros.
En el apartado del poemario Instinto de ingravidez da paso a una mirada a su interior :
Lo íntimo y lo ajeno es trinidad: espíritu, alma, cuerpo
flora del que florece en tres: agua fuego y aire.
Holografía de los cuerpos en voluptuoso ascenso
Un alumbramiento sigue a otro alumbramiento.
Un reiterado placer al explorar el cuerpo mediante sensaciones que asoman en la suavidad de la almohada o la huella de dos en una superficie por demás conocida y habitada por los amantes.
En el poema: No es mentira este paraíso, nos sugiere.
…ofrece a la noche los siete mares, las doce lunas
los cantos más antiguos
Tal sea la palabra y el destino
recoge de tu casa lo que queda
nunca olvides la crisálida donde se eleva
el dulce sueño de la muerte
Tanatos y Eros en un encuentro final y esperado, en un paraíso que ha sido vivido con su antagonista innombrable el infierno, el que también nos pertenece.
No es mentira este paraíso, es el canto amoroso a la vida, la presencia y expresión de una Eva- poeta cuya libertad creadora y recreadora trasciende los límites de la palabra escrita, ágil, toca nuestra sensibilidad con su esencia como para no estancarnos en ninguna certeza, el poemario es la escritura que ofrece y define un camino hacia la experiencia de la afirmación contundente de su título. NO ES MENTIRA ESTE PARAÍSO. Ella ha encontrado la puerta para entrar en el desde su entorno íntimo y nos lo revela como punto final en su obra y escribe en Casa del sueño.
Hundidos en el dulce abismo
pronunciamos el único verbo de la creación…
yo amo
tú amas…
ssssh...
Alguien llama a la puerta
alguien entra…
¡Felicidades!
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