PRESENTACION HIJAS DE LA IRA.
sangre mía sangre del alba, sangre de luna partida, sangre del silencio (epitafio) Susana Chávez.
Decenas de veces me han pedido un currículo que
reseñe mi trayectoria, esta vez no lo entregaré. Diré que tuve que inventarme
un sueño, un ideal, una ilusión, un pasión ardorosa, un nuevo mito, un viaje,
porque la realidad era increíble por tanta fatalidad. En mayo 2011 realicé
VOCES IRREVERENTES con poemas de mujeres latino americanas, le rendí un
homenaje posmortem a Susana Chávez, poeta asesinada en CD. Juárez. Acercarme a
esta herida transformó mis sentimientos
y es así como nace HIJAS DE LA IRA, con
esa decepción, esa caída abrupta, esa
pesadilla que llega al extremo en estos días fatales, que no quisiera que
existieran. Desde que empecé a escribir mi diario en la adolescencia me di
cuenta que lo único que tenía eran las palabras; la poesía que me habitaba era
parte de esta desgarradura, este grito, y mordedura. La verdad es inevitable
cuando las palabras son el instrumento de tu vida. La imaginación es la puerta
a otro mundo.
Si pudiéramos hacer cuentas de los daños que ha
generado la violencia en México, en las últimas décadas, no podríamos
escenificar tanto horror; aunque aparezca en el cine, la televisión, por el
internet, en los diarios, con todo la
palabrería y demagogia no menos inaceptable mas los “presuntos culpables”.
Reunir las páginas como para decir que
estamos conscientes y somos sensibles de lo que pasa, ya no hace falta. Ni Javier Sicilia pudo, ni
la madre Teresa de Calcuta, ni los “santos peregrinos”, ni el memorial de las
víctimas de la violencia; porque pedir justicia en mi país, se convierte en una
clemente oración frente al estado laico que también cedió sus principios
constitucionales. La cultura de la dádiva desarrollada por organizaciones y
consorcio empresariales y el Estado que han creado el teletón, el kilo de
ayuda, el redondeo, la cruzada contra la hambruna, etc.; reflejan este maniqueísmo filantrópico que ha venido a
sustituir la defensa justa de los derechos humanos, y que decae en un chantaje
de sensiblería barata y de telenovela.
Esta misma realidad nos ha rebasado ante el ya basta! por decir algo
coherente, seguir sin aceptar lo inaceptable y vivir en resistencia con ello.
La enajenación en que se vive en México, ha llegado a la aceptación de empresas
que trabajan como mafias y mafias que trabajan como empresas.
Mientras el gobierno de México se presente
como un “país quebrado” y sin fronteras, y la cúpula política sin oídos
para asumir la critica política, el análisis serio y la
voz de sus ciudadanos, mientras se invente
reformas legislativas como un engaño más o parche a los problemas
nacionales, y nos condene como país, en
su “auto condena”; y el machismo siga siendo
la ideología imperante en la vida familiar, y éste, en extremo perverso en las
organizaciones de traficantes sea la siembra del miedo; la ingobernabilidad y la corrupción serán la causa de la
descomposición social ante la falta del ejercicio de la justicia, un
“marco social normal” de nuestra
situación política para la escena trágica.
Parece
que los dueños del mundo aliados con los del país, nos han ganado la batalla y
no hay misericordia, ni piedad, ni amor al prójimo. Todo es una terrible
simulación, desde que los seres humanos pasamos a ser un número en la
estadística, un deseo por manipular, un individuo sin individualidad a quien esclavizar,
un sujeto conforme y conformado en tiempos de globalización. Y aunque somos más
los inconformes, no hemos encontrado las formas de organizarnos mundialmente,
para darle la batalla al enemigo explotador
mundialmente organizado, con el poder y medios para hacerlo. El
neoliberalismo sigue con su paso impune.
La poesía
del dolor del mundo seguirá como un
grito en las márgenes del desierto. Así
estos poemas surgen en el momento en que reina el caos, con la amenaza a
cuestas, la indignación entre la bruma del abuso social, que implica todos los
dolores, ante la pérdida de lo que por derecho natural nos corresponde y que ha
sido violentado, dejándonos sin voz,
estáticos.
Por lo
mismo me levanto de esta ruina y del silencio, en nombre de las HIJAS DE LA
IRA, rehenes de la impunidad y de lo que
no tiene derecho.
Expreso
un especial agradecimiento al artista plástico tijuanense Luis Alderete, por la
ilustración en portada.
Elizabeth Cazessús
Tijuana B.C., septiembre del 2013
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