legendaria
raíz, inefable monolito
Y
veo tu rostro en las aristas
de
cada cordillera.
Es
imposible no rasgar tu perfil
Contra
el viento
Ajustarme
como la ola a tus costas
Ser
las manos salientes del desierto
Clamando
por la lluvia
El
sol del amanecer desplazándose
Todos
los nombres como siembra;
Es
difícil decir tu sola forma
Porque
tú eres todas las formas:
llamarada que se eleva inatrapable por intensa y demencial.
Nunca tendré de ti ese todo
Ni sabré a ciencia cierta
Cómo acuñaste el tiempo
Entre las órbitas de los astros
Como si no pasara la prehistoria
Igual que la eternidad o el infinito
Seguiré gravitando en el vacío
de la inconsciencia
Que pronuncian los amantes
Al unir su plexo solar
En la conjugación del verbo.
Elizabeth Cazessús.
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